Una noche en llamas
Para una vez que conseguimos quedar para salir en Madrid después de tanto tiempo y tenemos que pasar la noche mirando el incendio.
Era inevitable, no se podía hacer otra cosa. Calles cortadas, todos los taxis ocupados y en los bares no quedaban ni los camareros. La gente estaba en la calle, casi todos sacando fotos con el móvil, pero en silencio. Todo estaba en silencio. El único sonido que podía escucharse era el de las sirenas. Era como si las llamas hubiesen hipnotizado a todos los que pasaban por allí...
Era inevitable, no se podía hacer otra cosa. Calles cortadas, todos los taxis ocupados y en los bares no quedaban ni los camareros. La gente estaba en la calle, casi todos sacando fotos con el móvil, pero en silencio. Todo estaba en silencio. El único sonido que podía escucharse era el de las sirenas. Era como si las llamas hubiesen hipnotizado a todos los que pasaban por allí...
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